Friedrich Wilhelm Murnau es uno de los mayores exponentes del cine alemán de todos los tiempos. Nació en 1888 y en la década del 20 brilló como pocos en el marco de una renovadora corriente cinematográfica llamada "expresionismo", en la que los ambientes tenebrosos, los decorados efectistas y los impactantes juegos de luces y sombras, dieron cabida a numerosos personajes que ilustraban el tenso clima social de una Alemania que se estaba entregando mansamente al nazismo. Su primera gran película fue "Nosferatu, el Vampiro", en el año 1922, todo un símbolo del expresionismo. Ya en 1924, Murnau dirigió su filme más importante. Se trató de "El Ultimo de los Hombres" (en Argentina conocida como "La Ultima Carcajada" ), en la que el gran director alemán le aportó al cine la definitiva libertad a la cámara, colocándola en el pecho de su mejor camarógrafo para que éste pudiera rodar imágenes con una amplísima gama de movimientos que, hasta entonces, estaban condenados al plano fijo. La obra de Friedrich Murnau, continuó con "Tartufo" y "Fausto" en Alemania. Más tarde, se trasladó a los Estados Unidos, país en el que adoptaría su nueva nacionalidad. Allí filmó Murnau "Amanecer", "El Pan Nuestro de cada Día" y "Tabú", entre otras películas. Al rodar "Tabú", Murnau intentó reflejar la vida de exóticos habitantes de la Polinesia, haciendo hincapié en el amor imposible de dos jóvenes que no podían unirse, pues la mujer en cuestión estaba consagrada al dios supremo y no podía ser la pareja de ningún mortal, por ello, mantener un vínculo con ella, era considerado un tabú para los pobladores autóctonos; los jóvenes desoyen los advertencias y huyen buscando su propio destino, pero tan sólo la tragedia los aguarda. Dicen que Murnau violó diversos sitios sagrados para los polinesios al filmar su película, por lo que muchos creyentes consideran que ésa fue la causa de su muerte, ocurrida en 1931, poco después de terminar de filmar "Tabú.". |